Del pensar mental al vivenciar la Consciencia - Mooji

Uno de los maestros vedantines advaitas contemporáneos más entrañables es Mooji. Recientemente ofreció un satsang en Barcelona. Y del mismo hemos transcrito algunas de sus enseñanzas que tienen que ver con la mente, el mundo mental y la Consciencia (transpersonal, metafísica diríamos).


La charla de Mooji el 21 de octubre por la tarde puede verse en el vídeo Let your name bes YES your heart  traducidas sus respuestas al castellano (las preguntas suelen estar en español).

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01:21 minutos:

“Antes de que un pensamiento venga a la consciencia, no sabías nada de él. De modo que surgió expontaneamente. Un pensamiento no puede pensarse a sí mismo, simplemente aparece. Pero cuando aparece el pensamiento algunos pensamientos pueden ser descartados y con otros nos involucramos.

Si el pensamiento-pensador está presente -estoy hablando de una identidad que tiene interés por un tipo de pensamiento en particular- entonces cuando estos pensamientos surgen resonarán con el pensamiento-pensador y solo entonces ocurre el pensar.

El mero emerger de un pensamiento no es pensamiento-en sí; es cuando el yo se involucra con ese pensamiento cuando se dice que está presente la actividad mental. De modo que sí hay un elemento de elección: no en cuanto a elegir qué pensamiento emergerá sino en cuanto a si uno se involucrará con él.

En algún momento nos identificamos como el pensamiento-pensador y sufrimos o nos alegramos en función de nuestra relación con el pensamiento. Pero al ser más conscientes de la Conciencia los pensamientos del pensador son percibidos igualmente como un fenómeno, algo fenoménico en la Conciencia, en el Testificador o Sentido de Presencia.
Es más fácil reconocer que la actividad del pensamiento, que las acciones, reacciones, interacciones, todo ello son meros fenómenos. Desde el posicionamiento del Testigo la actividad del pensamiento tiene poca consecuencia porque no hay identidad con él.

(...) Cuanto más adentro va la atención, hacia la Pura Presencia, sin ego, la actividad-pensamiento se tranquiliza, se hace más distante y menos poderosa... Los pensamientos solo nos pueden dar problemas cuando nos identificamos con ellos, cuando nos consideramos un ego, una persona individualizada.”

Y un poco más adelante nos viene a decir Mooji que la mente egoica, la identidad con el pensador, puede parecer presente pero pierde su efecto ante la Conciencia (la luz de la luna queda a un lado ante la luz del sol). Y a medida que uno se adentra en la Conciencia se irá desapegando de esa identidad.
Mooji sigue diciendo: ""Como Conciencia, los sentidos siguen funcionando, la actividad sigue produciéndose, pero no pueden abrumarte, hay una distancia, hay un desapego, pero el funcionamiento fenoménico no está impedido, más hay mayor Claridad".

 Los pensamientos surgen por azar, seguidos unos a otros.. "pero cuando viene un pensamiento, dependiendo de la orientación de la conciencia se resuena con un pensamiento particular, y se comienza a ser creativo con el pensamiento y se crea una historia con él: a esto se le llama pensar".

 Dice Mooji: "Cuando la conciencia se ha descubierto a sí misma como fuente de la mente, la actividad del pensamiento tiene muy poca influencia; puedes usar el pensamiento pero no estás dedicado a ello. Llega un momento en el que todo concepto, desde el mayor al menor, desdel el más burdo al más sutil, pierden su poder en Presencia de la Realización del Ser. Entonces te inunda una gran calma, te descargas, y la paz es constante en la mente, permanente."

Le preguntan:
 - Siempre he creído que la mente engañaba al ser, pero me he dado cuenta de que de algún modo el se se deja engañar por la mente. ¿Quién engaña a quién entonces?

Respuesta de Mooji.- “El ser pretende engañarse a sí mismo. Después de olvida de su propio juego. La mente por sí misma no tiene poder para engañar o confundir a la Eseidad , sin la cooperación de la propia Eseidad. Es una relación”.

Más adelante, Mooji  afirma que “cuando desaparece la individualidad, todo está bien... Nada es ofensivo. La dualidad misma se convierte en unidad”.

(...)

Ya casi finalizando el satsang de Mooji, a las dos horas, éste enseña lo siguiente:

“Cuando miramos con los ojos del Ser todo se vuelve divino. Cuando uno experimenta la Verdad no es que este mundo sea reemplazado por otro, lo mismo está aquí pero los ojos han cambiado, ven la perfección incluso en la aparente imperfección.

Hay un dicho: no estoy viendo el mundo tal como es, lo veo tal como soy yo. Como quiera que te concibas a ti mismo, con esas gafas miras el mundo. Hay una tierra pero hay billones de mundos porque en cada cuerpo se crea un mundo privado a partir de la identidad, del deseo, del condicionamiento, de la educación, del hábito, de la fantasía, del apego, de las proyecciones... Todo esto hace que haya un mundo único, singular.

Del mismo modo te vas a dormir y sueñas pero no puedes compartir tu mundo de sueño, tu experiencia del sueño, con nadie. Del mismo modo el mundo de vigilia es único. Tenemos una preferencia, unos favoritos, deseos, tendencias...
Sólo aquel que su mente ha sido limpiada, que está libre de ego, ve las cosas como son. Y tal como son, son perfectas.

Estamos percibiendo lo que estamos concibiendo, pero ¿quién se da cuenta de esto?

Por tanto es mejor no saber nada y simplemente Ser. Solo ello es universal. Todo lo demás pertenecen a una tribu, la tribu del pensar, de la cultura. Sólo el que está vacío de conceptos es libre, es universal, es el Buda. No gestionan la existencia, no tienen estrategia, ni ningún miedo inherente. Se mueven en armonía con el Ser Universal. ..Tal vez tú seas uno de ellos.

Es como los personajes de un libro, hablando, comentando como debería ser el siguiente capítulo. Esa discreción ocurre en la mente del autor. Pero no te das cuenta de esto.

No somos únicamente los personajes en la existencia, somos las Existencia en sí, y los Testigos de la Existencia. Y todo esto lo podemos saber.

Pero si estamos completamente metidos en la identidad de ser una persona el juego parecerá más pesado, menos bondadosa, más confusa. Esto también es expresión de la Conciencia.

En realidad solo la Perfección Es, y no es posible que el Perfecto se vuelva imperfecto. La única forma de hacerlo es soñarlo y quizás por ello se llama Despertar del sueño, de la ignorancia, de la dualidad, del ego.

A medida que volvemos a nosotros empezamos a apreciar la grandeza del despliegue, del juego.

Cuando estás en cierto estado no puedes evaluar ese estado, solo cuando sales de él puedes darte cuenta de lo que dejas atrás. Por tanto el cambio es necesario para la evolución de la Conciencia...

Cuando despiertas ves que todo esto es un Sueño ves que siempre eres Esto, aquí y ahora...

Es un Juego Divino”.