miércoles, 27 de abril de 2011

Jung y el espiritismo

Existe en nuestra psique una desconocida dimensión
Ángel Almazán de Gracia
Publicado en Karma 7 – Barcelona, Octubre de 1984
Los fenómenos espiritistas han sido estudiados por diferentes científicos. Muchos de ellos, de prestigio internacional. Basta citar a los Premios Nobel, William Crookes y Charles Richet, para evidenciar la seriedad científica de tales investigaciones. Entre las personalidades que han tratado de encontrar la naturaleza de los fenómenos mediúmnicos se encuentra el psicólogo suizo, Carl Gustav Jung  (1875-1961). 
Jung, poseía una profunda erudición y una amplia cultura humanista. Durante los años comprendidos entre 1907 y 1912, fue el discípulo predilecto de Freud de quien se separó por discrepar acerca de la liido sexual. Para Jung, la libido era un seudónimo de la energía psíquica que tanto impulsa al ser humano hacia el instinto como hacia la más alta espiritualidad. Tras separarse de Freud definitivamente en 1913, creó la llamada Psicología Analítica y se dedicó a interpretar la alquimia, los símbolos, mitos y fenómenos parapsicológicos.
El primer contacto que tuvo Jung con el espiritismo fue en su época de universitario. Por aquel entonces, Jung tenía 21 años y leyó todo tipo de libros referentes al espiritismo que pudo conseguir, incluidos siete volúmenes del famoso clarividente, Swendenborg. Y en el verano de 1898, estando en casa de sus padres, presenció -por vez primera- la fenomenología paranormal. El tablero de la mesa del comedor se rompió inexplicablemente por la mitad y un cuchillo de acero, que estaba guardado en un cajón, se partió en cuatro trozos.

domingo, 17 de abril de 2011

Las tres realidades: sensorial, psíquica y metafísica (7)- Nisargadatta (a)

Llevo varios meses leyendo, principalmente, a Nisargadatta Maharaj y a Ramana Maharshi: dos Cumbres mayores de los Himalaya del Espíritu. Todas las mañanas estoy una hora, al menos, leyendo, antes de desayunar y de hacer otra cosa. Así, de este modo, le doy las "vitaminas metafísicas" a esta mente tonta llena de cháchara del quehacer cotidiano como fulanito de tal, para que esté encauzada y no se disperse sin ton ni son...


Hace unos días comencé la tercera relectura de "El buscador es lo buscado. Las ennseñanzas esenciales de Nisargadatta Maharaj", escrito por Ramesh Balsekar, quien fuera uno de sus últimos traductores en directo de sus charlas ante tantos buscadores que subían hasta la buhardilla de la casa de Nisargadatta en Bombay.

Y leo, ahora en su versión hispanoamericana: "Cuando dices que ves un objeto, lo que en realidad sucede es que tus sentidos reaccionan a un estímulo cuyo origen es externo con respecto al aparato corporal. Y lo que tus sentidos han percibido y tu mente ha interpretado no es más que algo que aparece en tu consciencia. Esta apariencia presente en la consciencia se interpreta como un suceso que se manifiesta en el espacio y el tiempo. Toda manifestación depende de la combinación de dos medios estrechamente ligados a los que se denomina espacio y tiempo. En otras palabras, en ausencia de la combinación espacio-tiempo no podría surgir en la consciencia ninguna manifestación ...

Toda "existencia" es un proceso continuo de objetivación. Sólo existimos como uno de tantos objetos y, como tales, sólo en la consciencia que nos conoce. Cuando cesa la objetivación, como sucede en el sueño profundo, desaparece el universo objetivo.

viernes, 15 de abril de 2011

Jung y Guénon: encuentros y desencuentros

Foro Epignosis, 22 de abril de 1999 
(escrito en el día en que nació mi hija Natalia)
Ángel Almazán



La Psicología Arquetípica de Jung tiene como objeto fundamental que el yo-ego de la conciencia humana deje de ser el foco rector de su vida y de paso en su lugar al Sí-Mismo, su Centro más profundo, siendo éste de carácter psicoideo (más allá de lo meramente "psíquico" en ascensión por el Eje "hacia arriba") y lo más "alto" que puede experimentarse y constatarse desde el plano psíquico, en su "punto lïmite". Más allá, empíricamente, la "ciencia de Jung" no puede hablar en términos científicos porque es el ámbito de la metafísica. Este Sí-Mismo lo ha calificado Jung, entre otros términos, como "Dios en nosotros". El retorno al Centro de la esencia humana es el objetivo de Jung, como en Guénon, solo que éste añade el concepto de los estados múltiples del ser y el "salto" a estados suprahumanos ascendiendo por el "Eje" (lo que entra ya en el ámbito metafísico claramente).

Para Jung la espiritualidad es un don de dios que dota de pleno sentido a la vida del individuo que la porta. 


Si bien al inicio de su carrera profesional Jung se centró en el inconsciente personal (que no es el "subconsciente" freudiano puesto que incluye "gérmenes" positivos para el desarrollo armónico del alma), la práctica totalidad de su investigación se centra en las "zonas altas de lo inconsciente", ese supraconsciente que el denominó "inconsciente colectivo" cuya naturaleza exacta es imposible de dilucidar bajo parámetros científicos y fenomenológicos, pero que, desde luego no son "psíquicos" sino extra-psíquicos o "suprapsíquicos", y que denominó "psicoideo".

domingo, 10 de abril de 2011

Consideraciones sobre la obra de Jung -1



En la lista de correos Epignosis escribí el 18 de abril de 1999 lo que sigue en respuesta a un interlocutor que firmaba con el nombre de Roberto. Transcribo lo escrito por mí entonces, lo cual no quiere decir que hoy día coincida plenamente con ello.., pero creo que aquel testimonio junguiano del Ángel Almazán de entonces puede esclarecer algunos prejuicios mentales para algunos internautas interesados en estas cuestiones...


- Confieso que la obra junguiana ofrece todo tipo de interpretaciones, de ahí que a Jung le calificaran de agnóstico y gnóstico, de psicologista y místico, de ateo y de deísta… Y es que en función de nuestra "ecuación personal" -que decía Marie Louise von Franz en mi mensaje anterior- entendemos, asimilamos, prejuzgamos y juzgamos. Me viene a la memoria -y viene al caso- que en primer curso de periodismo había una asignatura que se llamaba "Comunicología" (¡horrorosa, por otra parte) y allí nos hablaron de los experimentos realizados en los EEUU para comprobar la eficacia de la propaganda, la publicidad, etc... Y una de las conclusiones a las que llegaron es que cada persona acepta, interpreta, correlaciona y asimila lo que está afín con su "ecuación personal"... Quiero decir con esto que si ahora estamos apuntados a Epignosis medio centenar de personas -es un decir- cada uno tenemos nuestra propia "visión" de la Tradición y de lo que Guénon escribió. Habrá coincidencias en algunos aspectos, pero en otros no. Y, desde luego, nuestra percepción será distinta a la del mismo Guénon, su autor. Y quiero decir con esto de la "ecuación personal" que un racionalista "interpretará" la obra de Jung desde su enfoque racionalista; un místico hará lo propio, un guenoniano lo hará desde un enfoque guenoniano, .... tú, Roberto, lo haces desde tu propia "ecuación personal", y yo desde la mía propia.