De mi libro El enigma de la tradición hiperbórea de los celtíberos de Numancia ( Angel Almazán, Ed. Sotabur, Soria, 2005), extraigo este capítulo de la parte media de dicho ensayo novelado en el que el protagonista, Oliverio Ortego, que está como invitado en el Círculo Eranos por Mircea Eliade, conversa con Jung.
Ascona (Suiza), 23 de agosto de 1950 — 16.30 horas.
Ha sido un día memorable. Escribiré tan solo de lo más importante del día: Carl Gustav Jung.
Eliade se sentó a su izquierda y yo al lado de Eliade, a su siniestra también. La conversación, comida incluida, duró desde las doce y media hasta las tres de la tarde.
Eliade me puso en antecedentes mientras nos encaminábamos hacia Casa Eranos por la mañana. Me dijo que Jung había superado el reduccionismo psicoanalítico de Freud, y que, al frente de una nueva escuela, la psicología profunda o analítica, se había adentrado en la interpretación del simbolismo arquetípico de los mitos tras descubrir que sus pacientes tenían, en ocasiones sueños grandes, como él los llamaba, en los que aparecían imágenes y situaciones oníricas que adquirían sentido cuando se recurría a la mitología y al simbolismo. Eliade había aceptado de Jung varias conceptos suyos, pero consideraba la Historia de las Religiones de mayor valor hermenéutico.
— “Llamado o no llamado, Dios está siempre presente”. Esa es mi mayor convicción interior tras una larga vida como psicólogo, señor Ortego —me dijo—. Tengo en el frontis de mi vivienda, en Kusnacht, esta frase escrita en latín y en mi testamento he pedido que la graben también en la estela que se erija sobre mi tumba. Como psicólogo tengo que hablar de lo que acaece psíquicamente y he renunciado una y otra vez a escribir, en mi trabajo como científico, acerca de la metafísica. El psiquismo humano capta arquetipos, estructuras colectivas originadas desde la creación del hombre que condensan la experiencia de la humanidad ante cualquier aspecto de la vida, incluido el religioso.
— No son, por tanto, los arquetipos de los que hablaba Platón.
— No. No lo son. Platón era un Filósofo, un metafísico. Yo soy tan solo un psicólogo y me he impuesto no ir más allá en mi obra escrita. Y como científico constato que, de la misma forma que el cuerpo humano nace con unas pautas de comportamiento y unos genes que le condicionan fisiológicamente, igualmente acontece en el ámbito psíquico. Y el más importante es el arquetipo de Dios, o sea, la percepción que la psique se hace sobre Dios.., que no es el Dios metafísico, sino su reflejo en el plano psíquico, al que he llamado Sí-Mismo, del que surge la consciencia, o sea, el ego, y multitud de pequeños yoes o complejos, así como todo lo que se encuentra en lo inconsciente, que no podremos saber exactamente lo que es o lo que contiene plenamente pues tan solo podemos estudiar lo que de él surge a través de los sueños y de todo acto creativo, en el que incluyo desde una obra artesanal inspirada a una doctrina religiosa. Las capas profundas de lo inconsciente lo he llamado Inconsciente Colectivo, y de allí provienen los arquetipos.
— ¿Y de qué naturaleza son los arquetipos?
— Lo ignoro, sinceramente. Por mis investigaciones sé que hay momentos en los que la psique humana no está sometida ni al tiempo ni al espacio, y los sueños son unos buenos ejemplos de ello, aparte de multitud de fenómenos paranormales, de algunos de los cuales he sido sujeto paciente sin quererlo. Por otro lado, los grandes teóricos de la Física Cuántica, no saben de qué estan hechas las partículas subatómicas más pequeñas puesto que reaccionan ante el espectador, siguiendo sus expectativas de movimiento incluso. La materia, como la conocemos con nuestros ojos y nuestras manos, desaparece y es un tipo de energía vital que no sabemos definir. Y lo mismo me ha pasado a mí respecto a los arquetipos, de tal manera que ya hace tiempo que afirmo que son energía psicoide, o sea, no psíquica únicamente, sino cuasi, distinta quizás en su esencia incluso, aunque captable por la psique, que la experimenta a través del pensamiento, la percepción, la intuición y el sentimiento. Más allá, no puedo llegar científicamente.
— ¿Qué haría usted para encontrar los arquetipos que han determinado que un celta de hace dos mil años haya tallado en un caldero alguna imagen que está en franco contraste con el resto de imágenes cultuales de su tradición, de su etnia, cultura o religión?
— Primero habría que saber si realmente no están en sintonía. Quiero decir que bien pudiera ocurrir que los conocimientos arqueológicos o la documentación escrita sea tan pequeña o escasa que debiéramos entonces ser honestos y reconocer que lo que conocemos de esos celtas son muy poquita cosa. Es algo así como lo que acontece al intentar saber qué es o que hay en el Inconsciente Colectivo. Imagínese que éste es un gran océano y que el ego, nuestra consciencia, es un islote. Sólo sabremos de ese océano lo que ven nuestros ojos desde la isla o cuando buceamos. Lo cual es, ciertamente, muy poquita cosa. Pues lo mismo puede acontecer con los arqueólogos respecto a una antigua civilización o una cultura arcaica. Pero claro, no pueden ir a sus alumnos o a los rectores de la Univesidad y decirles: “Francamente, hemos encontrado en este yacimiento una milésima parte de los objetos materiales que estos celtas fabricaron a lo largo de varios siglos, y sacar de ello una conclusión que sea realmente válida es una temeridad”. Por eso digo que hay que ser honestos intelectualmente. Lo que se haya descubierto en una necrópolis, por ejemplo, puede ser interpretado además de muchas maneras distintas en función de los conocimientos que ese arqueólogo tenga.
— ¿Por ejemplo?
— Suponga que aparece entre los celtas que usted dice la imagen de los pies de Buda. Si los arqueólogos ni siquiera saben que existen los pies de Buda, ni nadie se lo indica.., serán incapaces de dos cosas: saber de qué se trata e investigar por la senda correcta acerca de cómo pudo llegar tal representación a esa necrópolis y qué significado pudo tener para dichos celtas.
— ¿Qué técnica utilizaría usted para reconocer su simbolismo arquetípico?
— La misma que llevo empleando décadas para averiguar los complejos y arquetipos que subyacen en los sueños de las personas: una amplificación de la imagen. Recurro a la mitología comparada, a los escritos religiosos, sean canónicos o no, ortodoxos o heterodoxos respecto a cada religión en concreto. De esa forma, con paciencia, al final casi siempre se encuentra algo que arroja luz a la imagen fugaz y desconcertante surgida en el sueño.
— O sea, que hay que leer mucho, incluso fuera del ámbito localista.
— Así es, señor Ortego. En el caso celta habrá que saber lo que se ha llegado a conocer sobre ellos allá por donde se asentaron, pero también, dado que seguramente ya venían con unas creencias religiosas específicas, habrá que tratar de saber de dónde provenían antes de su emigración y cómo se había particularizado el gran armario del Inconsciente Colectivo de la Humanidad en el cajón celta de ese enorme y basto armario. ¿Me ha comprendido usted?
— Creo que sí, doctor Jung. Creo que sí…
Eliade, situado en medio de los dos, seguía el diálogo con sumo interés y no intervino en ningún momento. De vez en cuando veía que asentía con la cabeza a lo que decía Jung, pero pronunció palabra alguna.
Jung y Mircea Eliade en un encuentro de Eranos |
Jung, tras esta conversación conmigo, comenzó a hablar con la persona que tenía a la derecha y, de tanto en tanto, también con Eliade. Y sólo cuando concluyó aquélla tertulia me volvió a hablar.
— No se desaliente usted. Por muy arduo que sea el trabajo a desarrollar, al final vale la pena. Y no olvide mi lema: “Llamado o no llamado, Dios está siempre presente”. Y ahora no estoy hablando del arquetipo de Dios, sino del Ser.
Le agradecí nuevamente sus deferencias y me despedí de él. Esperé un poco a que Eliade estuviera solo unos instantes para decirle que me vendría aquí, a echarme una siestecilla. Pero no he podido hacerlo. Durante el paseo desde Casa Eranos a la hospedería, he ido reflexionando sobre lo que me ha dicho Jung. No he leído nada sobre su obra. Tendré que hacerlo.
Nota adicional: Las referencias junguianas son casi una constante en mi obra ensayística-literaría. Su Psicología Profunda imprega la interpretación del folclore y arte soriano en la serie periodística "El Otro Lado". En el ensayo novelado Los códices templarios del río Lobos. Los custodios del Grial, hay un capítulo sobre la técnica junguiana de la Imaginación Activa. En este libro del que forma parte el presente capítulo, la hermenéutica junguiana aparece en otras partes del libro. Asimismo, es clave en Y la vida sigue..., así como en Perdidos en el Mundo Imaginal.
¡Hola Ángel!
ResponderEliminarTuve la oportunidad de ver (con años de retraso) en un festival de cine este fin de semana, "Juventud sin Juventud", la película de Coppola basada en el libro de Mircea Eliade. Si no las has visto, te la recomiendo (aunque tiene problemas de ritmo). Están los temas de Eliade, por lo menos en la superficie, ya que Coppola privilegia la historia de amor y la belleza visual.
Espero que hayas tenido noticias del libro.
Saludos
Christian
Interesante trabajo... Te he encontrado por casualidad y me parece interesante este enfoque. No he leido tus escritos ni conozco tu trabajo, pero la linea de pensamiento es unica en lo que conozco.
ResponderEliminarNos veremos por ahi!
¿Que has imaginado sobre la concepcion del hombre en Jung y Freud y su metodo de pensamiento?
Para mí Freud y Jung son muy distintos... Cuando tenía 17 años leía a freudianos... A partir de los 20 a Jung y nada, nada, nada, nada freudiano. Con eso creo que resondo a tu pregunta sin profundizar más... Bienvenido
ResponderEliminarAnoto la película que dices, Christian, para añadirla a la lista... Gracias
ResponderEliminarSin duda son diferentes: Freud era un judio ateo, si es que se puede ser eso.
ResponderEliminarJung era un "trascendentalista" al estilo como lo encaran en aquella serie "SG-1", con las aventuras "post mortem" del egiptologo.
Tan diferente fueron que "dicen que dijo" Feud: "...y si no permitimos la entrada de este Jung (al circulo de Viena), la gente pensara que esto de la sicologia es cosa de judios!"
Me interesa tu opinion : ¿por que Freud considero a Jung su continuador y luego lo "repudió"?
Por que hay una linea de pensamiento que va desde el pensamiento y la concepcion humana de los chinos hasta los griegos y su "sagrada tetrakis", esta linea es la que me gustaria conversar.
He encontrado rastros de esta concepcion no solo en las ideas jungueanas sino tambien en el arte moderno mas extendido: el cine.
Saludos!
Hay libros en los que se comenta la relación Freud-Jung, y el mismo Jung nos da su opinión en un capítulo de sus memorias. Jung repudió varios conceptos de Freud, por ejemplo el de la líbido, que para Freud era sexual y para Jung energía psíquica multifacética. Y luego estaban también sus creencias sobre la religión, Dios, el espíritu... Jung fue un paragnosta, y Freud tenía pánico a la parapsicología y al esoterismo y ocultismo... Además, Jung dedujo la existencia de los arquetipos y del Inconsciente Colectivo, inexistentes en Freud... En fin... Son cuestiones que encontrarás en multitud de ensayos y libros...
ResponderEliminarEn cuanto a la tetraktis y la cuaternidad, para Jung era un arquetipo fundamental, superior a la tríada... Por eso su psicología es de cuatro funciones psíquicas: intuir, percibir, sentir y pensar... Salud.
Lo que estoy buscando es algo relacionado con la epistemologia.
ResponderEliminarHay una afirmacion de Einstein, muy graciosa pero llena intencion...acerca de sus "transgresiones epistemologicas" e incluso las ideas directas de Fayerabend sobre los metodos de pensamiento y el conocimiento.
Las tesis y teorias de Freud, Jung e incluso Einstein estan fundamentadas en estos metodos para pensar ajenos a nuestro conocido "cientificismo".
Lo que dices sobre sus creencias y religion es verdad. Pero hay otro punto que es el "epistemologico": ellos fundamentaron sus teorias mediante otro metodo para pensar y luego lo "remendaron" "cientificamente".
Hay afirmaciones de Jung, cuando denomina a un factor siquico como "ego nefesh" que demuestra esto.
Y hay quien lo ha redescubierto, como lo demuestra el logo de la asociacion jungueana de Brasil, parece ...
Este es el punto que busco quien investigue.
Y sobre esto "no se escribe", pero hay quien piensa.
Esas son las "transgreciones" mencionadas...
Y esa es la razon por la que no se considere la sicologia una ciencia.
Cordialmente.