El culto a los muertos tiene su cénit en este mes de noviembre
Ángel Almazán - Soria Semanal, 12-noviembre-1985
![]() |
Infierno en pintura románica -Gormaz (Soria) |
El misterio de la muerte atrae y atemoriza, fascina y sobrecoge. Sucedía así en la antiguedad y sigue ocurriendo hoy día... Es inevitable que la muerte provoque en nuestra psique dos reacciones contrapuestas al mismo tiempo. Además, como la Psicología Analítica ha demostrado, todavía llevamos dentro de nuestro psiquismo unas raíces ancestrales que nos impulsan inconscientemente a reaccionar con la psicología propia del "primitivo" [hombre arcaico], sobre todo cuando nos enfrentamos ante lo desconocido, lo misterioso, lo numinoso e inaprehensible.
En los pueblos primitivos animistas se cree finalmente que toda la naturaleza está impregnada de espíritus y durante la noche las ánimas rondan por el poblado. En nuestra cultura católica aún subsiste en cierto modo esta creencia, referida en concreto al Día de Todos los Santos y de Todos los Difuntos. Así, por ejemplo, hasta mediados del siglo pasado estaba muy extendida la creencia popular de que los difuntos recientes, o mejor dicho, las almas que padecían en el Purgatorio, tenían permiso de retornar a casa y pasar unas horas con los pacientes durante la noche de Todos los Santos.
En los diferentes rituales que las religiones utilizaron y emplean aún se intenta, inconscientemente, aplacar el mal humor, la ira, venganza y desasosiego que puede provocar el regreso del difunto. Inconscientemente el creyente siente la presencia del ánima purgante en torno a los lugares que el difunto amó en vida.