Edith Rockefeller y Harold F. MacCormick |
Creo que al apoyo financiero y filantropía de tres familias multimillonarias norteamericanas, le debe Jung en gran parte el asentamiento y difusión de su Psicología de las Profundidades en los EEUU e Inglaterra.
Carl Gustav Jung fue
invitado por el gobierno indobritánico en diciembre de 1937 y le acompañó su
amigo Harold Fowler
McCormick, Jr. (1898–1973), nieto del multimillonario John D. Rockefeller, al
ser su madre Edith
(1872–1932) fruto de su matrimonio con el millonario Harold F. MacCormick.
Edith había sido analizada de su agarofobia por Jung y su esposo también acogió
el junguismo.
Con
Fowler MacCormick había visitado previamente, en 1925, los Indios Pueblo de
Nuevo México, y con él viajaría igualmente a Austria e Italia en 1957. Entre
ambos hubo una gran amistad.
Jung, por otra parte, tenía mucho que agradecer a su madre pues su dinero, o mejor dicho, el de J.D. Rockefeller, fue el que sirvió para que el junguismo dispusiese de sede para el Club de Psicología, primero en un edificio alquilado en una de las zonas más adineradas de Zúrich en febrero de 1916, y después con la compra de un edificio propio en la Gemeindestrasse, donde todavía existe.
Jung, por otra parte, tenía mucho que agradecer a su madre pues su dinero, o mejor dicho, el de J.D. Rockefeller, fue el que sirvió para que el junguismo dispusiese de sede para el Club de Psicología, primero en un edificio alquilado en una de las zonas más adineradas de Zúrich en febrero de 1916, y después con la compra de un edificio propio en la Gemeindestrasse, donde todavía existe.
Además
con dinero donado por Edith se financiaron las traducciones de algunas obras de
Jung al inglés, lo que supuso una difusión junguiana enorme tanto en Inglaterra
como en los EE.UU a partir de 1916. Asimismo durante la década de 1940 financiarían la
traducción de todas sus obras al inglés la acaudalada Mary Conoven Mellon y su esposo,
el financiero Paul Mellon que fueron los patrocinadores económicos de la Fundación Bollingen en 1945, foco principal difusor internacional del junguismo, cuyas oficinas se asentaron en Nueva York. Como dice la Wikipedia, "al principio la Fundación fue dedicada a la diseminación del trabajo de Jung, y ello tarde o temprano patrocinó la publicación de más de 250 volúmenes relacionados con la Bollingen Series. La Fundación también estableció el Bollingen Prize y losBollingen Fellowships".
Edith Rockefeller con el paso de los años fue muy junguiana; llegó a Zürich en 1913 para ser analizada por Jung y permaneció allí hasta 1921, año en que se divorciaría de Harold F. MacCormick, convirtiéndose en analista junguiana, como otras mujeres que fueron primero tratadas por Jung y luego pasaron a ser analistas junguianas. Asimismo, a partir de 1916 patrocinó el círculo junguiano de Chicago.
Edith Rockefeller con el paso de los años fue muy junguiana; llegó a Zürich en 1913 para ser analizada por Jung y permaneció allí hasta 1921, año en que se divorciaría de Harold F. MacCormick, convirtiéndose en analista junguiana, como otras mujeres que fueron primero tratadas por Jung y luego pasaron a ser analistas junguianas. Asimismo, a partir de 1916 patrocinó el círculo junguiano de Chicago.
Jung
conoció a Edith Rockefeller en octubre de 1912 en los EEUU en una primera toma
de contacto psicoanalítico, tras dar unas conferencias en la Fordham University neoyorkina expresando opiniones divergentes a las de Freud y donde le dieron un doctorado honoris causa. Una vez en Suiza envió a la analista junguiana –y amante
suya- María Moltzer para tratar a Edith en Chicago y preparar su viaje a Zúrich
pero como las sesiones terapéuticas de Moltzer no habían sido satisfactorias,
Jung viajó a Nueva York para tratar personalmente a Edith en marzo de 1913
durante tres semanas con sesiones analíticas diarias, y con ella y dos de sus
hijos (entre ellos Flower) regresó a Europa, instalándose Edith con su familia
en un hotel lujoso del lago de Zúrich, donde permaneció hasta el otoño de 1921.
Flower
mantendría una gran amistad con Jung pasada la II Guerra Mundial y habló de
Jung en estos términos en una entrevista: “En mi juventud fue una figura
paterna … de una naturaleza intensa y firme. En cierto sentido, la expresión
figura paterna es demasiado leve, porque en realidad se trataba de una figura
divina”. Tal fue el magnetismo y carisma que emitía Jung, no sólo para Flower,
sino para otras muchas personas.
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