Por muy beatífico que resulten los "cielos superiores", siguen siendo "maya", por lo que hay que seguir aplicando el Atma Vichara enseñado por Ramana Maharsi. Este es el mensaje que nos transmite aquí Sri Sadhu Om, sobre el cual he incorporado unos datos de su estatus espiritual en Soriaymas: SRI SADHU OM, UN RECIPIENTE GRIÁLICO DE LAS ENSEÑANZAS DE SRI RAMANA MAHARSI.
He aquí, a continuación los párrafos que he seleccionado, al respecto, del libro
La indagación del Ser. El camino de Sri Ramana Maharsi. Primera parte. (libro de Sri Sadhu Om), Publicado en español por la editora Yug (México, 1996), siguiendo la traducción de Michael James, discípulo de Sadhu Om.
(…) Únicamente la atención en el Ser [Brahma-Lo Absoluto]en la forma de "¿Quién yo soy?" es la enseñanza de Sri Ramana. El método de indagación de Sri Ramana es una atención fijada con mucha intensidad en la primera persona: "¿Qué es este yo?", más que el meditar "Yo soy esto" o "Yo soy eso".
Conociendo bien que cualquier actividad que se le dé a la mente en la forma de una atención puesta en la segunda o tercera personas (como japa, dhyana, etcétera) no la destruirá, y con el fin de cumplir el propósito de las mahavakyas, Sri Bhagavan insufla una nueva vida en las escrituras mediante su enseñanza "¿Quién yo soy?" Bhagavan ha agregado ahora al mundo de las escrituras una revelación que no había sido descubierta antes de hoy por medio de esas escrituras y que resulta esencial para que el aspirante sea capaz de realizar la indagación del Ser sin perder su camino.
¿Qué revelación es ésa?
Pensar en la segunda y tercera personas es pura tontería,
porque al hacer esto las actividades mentales crecerán.
(Por otro lado), atender a la primera persona
equivale a cometer egocidio
porque sólo inquiriendo sobre
la primera persona el ego mismo morirá!”
Atma Vichara patikam,verso 7
(…) El conducto a través del cual la conciencia de "yo", surgida del Corazón y extendida por todo el cuerpo, se experimenta mientras es retirada, se llama el sushumna nadi. Sin contar piernas ni brazos, ya que son sólo miembros subsidiarios, el conducto por el que se experimenta la conciencia del "yo" en el tronco, desde la base de la columna vertebral hasta la parte superior de la cabeza (sahasrara), es solamente el sushumna.
Mientras la conciencia del "yo" se va retirando a través del sushumna, un aspirante puede tener experiencias de los seis centros yóguicos (shadchakras) en el camino, o bien puede llegar directamente al Corazón sin tenerlas. Cuando viaja en tren a Delhi, un hombre no necesita ver las estaciones y paisajes del camino. ¿Acaso no puede llegar a Delhi sin pensar en ellos, durmiendo felizmente? Sin embargo, las pasadas tendencias devocionales hacia los diferentes nombres y formas de Dios, determinados por tiempo y lugar, pueden ocasionar en algunos aspirantes experiencias de los seis Centros yóguicos y de visiones o sonidos divinos; pero para quienes no se ven impedidos por estas tendencias, el viaje será placentero y sin ningún rasgo distintivo (visesha). En el primer caso, dichas experiencias nacen del descuido (pramada) en la atención al Ser, ¡pues no son sino una atención a la segunda persona!, y delatan el hecho de que se perdió la atención al Ser. Estas experiencias objetivas nunca le ocurrirán a los aspirantes enormemente serios que jamás se permiten el más ligero descuido en la atención al Ser. En este contexto vale la pena recordar las siguientes respuestas de Sri Ramakrishna. Cuando Swami Vivekananda le informó: "¡Todos dicen que han tenido visiones, pero yo no he tenido ninguna!", dijo el gurú: "¡Eso es bueno!" En otra ocasión, cuando Swami Vivekananda le contó que al parecer había obtenido poderes ocultos (sidhis) como la clarividencia en el transcurso de su sadhana, su gurú lo previno: "Suspende durante algún tiempo tu sadhana. Deja que te abandonen". Queda claro entonces que tales experiencias las tienen sólo quienes se demoran deteniéndose a menudo en el camino por falta de vigilancia (pramada) en la atención al Ser.
Si bien la conciencia del "yo" corre solamente por el sushumna nadi mientras es retirada, su extrema brillantez la hace iluminar los cinco órganos de los sentidos [sutiles] que están cerca del sushumna,sushumna ilumina el ojo, órgano de la vista, habrá visiones de dioses y muchos mundos celestiales; cuando ilumina el oído, se escucharán sonidos celestiales como el tocar de instrumentos divinos, campanas divinas, Omkara, etcétera; cuando ilumina el órgano del olfato se percibirán deliciosas fragancias divinas; cuando ilumina el órgano del gusto se probará un delicioso néctar celestial, y cuando ilumina el órgano del tacto, permeará el cuerpo entero un sentimiento de extremo placer o se experimentará un sentimiento de flotar en un océano de agrado y afabilidad. No es extraño que estas experiencias parezcan ser más claras y de una mayor realidad que aquellas experiencias sensoriales del estado ordinario de vigilia, pues las experiencias del actual mundo de vigilia se obtienen por medio de los cinco sentidos físicos, los cuales están funcionando gracias a la impura conciencia de "yo" esparcida en todo el cuerpo, mientras que estas experiencias de mundos celestiales se obtienen por medio de los cinco sentidos sutiles que funcionan gracias a la pura y concentrada conciencia de "yo". Sin embargo, todas éstas son sólo experiencias mentales calificadas (visesha-mana-anubhavas) y no la experiencia del Ser no calificada (nirvisesha-ekatma-anubhava).
En razón de que la mente es ahora muy sutil y brillante debido a que es retirada de todos los otros nadis y llevada al sushumna, y como ésta es extremadamente pura porque está libre de los deseos mundanos, ahora es capaz de proyectar a través de los cinco sentidos sutiles sólo las tendencias auspiciosas del pasado como se describió arriba. Sin embargo, uno no debe concluir sólo por estas visiones y otras similares que la mente se ha transformado en el Ser (atman). Aun ahora no ha habido destrucción de la mente. Estando aún viva con tendencias auspiciosas la mente crea y percibe objetos de segunda y tercera personas más sutiles y brillantes y encuentra gozo en ellos. Así, ésta no es de ningún modo la experiencia no calificada del verdadero conocimiento, el cual es la destrucción de las tendencias. Cualquier cosa que aparezca o se experimente es sólo un conocimiento de segunda persona, lo cual significa que el sadhana, la atención a la primera persona, se ha perdido en ese momento.
Son muchas las personas que consideran que estas experiencias calificadas (visesha-anubhas) de gusto, luz, sonido, etcétera, constituyen el logro final del conocimiento del Ser (Brahma-jñana), y debido a que han tenido estas experiencias piensan que han alcanzado la liberación y quedan cada vez más atrapadas en la atención a la segunda y tercera persona perdiendo de esta manera la posición firme que tenían en la atención al Ser. A este tipo de aspirantes se les llama "los caídos del yoga" . Es similar al caso del hombre que viaja con destino a Delhi y se baja del tren en alguna estación intermedia y, engañado por atractiva grandeza del lugar, piensa: "En verdad aquí es Delhi”. Incluso los sidhis, esos poderes sobrehumanos que pueden llegar en el transcurso del sadhana, son solamente nuestra ilusión, obstaculizan nuestro progreso hacia la liberación y nos hacen quedarnos detenidos en algún lugar desconocido.
¿Qué tenemos que hacer para evitar caer en esta clase de peligros? Aun en esta difícil situación sirve como remedio adecuado clave que nos dio Bhagavan Sri Ramana. Siempre que a uno le sobrevengan tales experiencias calificadas debe utilizarse el arma de Sri Ramana (Ramanastram): "¿A quién le suceden estas experiencias?" La respuesta deberá ser "A mí". A partir de esto, por indagación "¿Quién soy yo?" uno puede recuperar de inmediato hilo de la atención al Ser. Cuando de esta forma se reanuda la atención al Ser, estas experiencias calificadas de segunda y tercera personas desaparecen por sí solas porque no hay nadie que atienda ellas (igual que un espíritu que posee a un hombre salta y danza m y más en tanto que otros le ponen atención e intentan sujetar hombre, pero abandona a éste si nadie le presta atención). Cuan la mente, renunciando a conocer estos objetos de los sentidos, caficados, externos, se vuelva otra vez hacia su forma de luz" (conciencia) se sumergirá en su fuente, el Corazón, y perderá su fon para siempre. Por lo tanto, la indagación "¿Quién soy yo?" es mejor sadhana (incluso para aquellos que siguen el sendero del raja yoga), el cual nos preservará y nos guiará hasta el final y nos salvará…
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