Extracto de mi libro "Y la vida sigue... Confieso que he vivido", capítulo: Décimoctava estación. Mundus Imaginalis.
El Burgo de Osma. Día de los Muertos o de los Fieles Difuntos. 2 de noviembre de 2008.
(...) Lo inefable, lo indescriptible e inenarrable en vocablos humanos de la experiencia numinosa de Lo Divino en Nosotros ha sido descrita de muchas formas diversas entre los místicos (en términos guenonianos hay distinción importante entre misticismo e iniciación, pero permítaseme emplear esta palabra para englobar a ambas modalidades como recurso didáctico más fácilmente entendible). También se ha expresado este vivenciar numinoso del Espíritu mediante las más diversas modalidades artísticas. Tales escritos y obras artísticas - como puede acontecer ante la fascinación que puede embargarnos profundamente al contemplar alguna belleza natural o practicando alguna técnica iniciática rítmica fundamentada principalmente en unas palabras específicas complementadas por movimientos rítmicos corporales vinculados igualmente a la respiración, constelan los arquetipos psicoides y provocan sincronicidades mil que diría Jung. También la quietud sensorial y la meditación profunda nos lleva, a los humanos, a estados superiores de consciencia. Y al parecer incluso la ingesta de algunos alucinógenos, como el LSD-25. De todas estas técnicas hace mención la obra de Stanislav Grof, al que no había leído hasta hace poco (páginas 146-147).
(...)
Una de las tesis de Ibn al Arabi más desconcertantes y fascinantes es la del mundo intermedio, el situado entre el mundo angelical y el mundo corporal, que tiene diferentes moradas, estancias o estratos, Alam al Mithal, Mundo de los Modelos, traducido como Mundo Imaginal por Henry Corbin, y donde “entes no materiales” adoptan formas visibles que, en muchos casos, no se diferencian de los objetos y seres que vemos con nuestros ojos corporales en la Tierra. Y a veces los tres mundos, o dos de ellos, se entrecruzan en el vivenciar consciente de algunas personas al activarse, por la emergencia espiritual que sea, la percepción Imaginal inherente al corazón psíquico-psicoideo humano. Y es en este campo Imaginal –que no imaginario en el sentido ilusorio común del término- donde hay que situar las revelaciones, audiciones y visiones numinosas. Este Mundo Imaginal, en la hermenéutica junguiana, sería una parte del Inconsciente Colectivo. Sobre él han escrito diversos místicos islámicos, tanto sunnitas como shi´itas, como bien puede comprobarse en la obra Cuerpo espiritual y Tierra celeste de Henry Corbin. Pero, en ocasiones, el Mundo Imaginal irrumpe en la cotidianidad de la actividad humana del planeta Tierra (y de nuevo vuelvo a escuchar el quiquiriquí del gallo al acabar de escribir este párrafo).
Transcribo ahora unos párrafos de Ibn al Arabi, de su monumental obra Las iluminaciones de La Meca, tal y como las traduce William C. Chittick en extraordinario su libro: Mundos Imaginales. Ibn al Arabi y la diversidad de las creencias, publicado en Mandala Ediciones:
“La revelación comienza con el envío de significados desvinculados, inteligibles, contenidos en estructuras limitadas, sensoriales, en la Presencia de la Imaginación, y sea en sueños o en estado de vigilia (…) La revelación comienza con visiones en sueños antes que con la percepción sensorial, dado que los significados inteligibles están más próximos a la imaginación que a la percepción sensorial. Esta última es el sustrato inferior, mientras que el significado es el lado superior y más sutil. La imaginación se encuentra entre ambos.
La revelación es un significado. Cuando Allah quiere que el significado descienda a la percepción sensorial, ésta ha de pasar por la Presencia de la Imaginación antes de alcanzar la percepción sensorial. La realidad de la imaginación exige que dé una forma sensorial a todo lo que se actualiza dentro de ella. No hay escapatoria a este hecho. Si la revelación divina llega en sueños, se llama “visión en sueños”, pero si llega en la vigilia, se llama “imaginalización” [tajayyul]… Es por ello que la revelación comienza con la imaginación. Después ésta es transferida al ángel en el mundo exterior. El ángel se imaginaliza en forma de hombre, o de una persona que se percibe por medio de la percepción sensorial. Puede suceder que solamente aquel que recibe la revelación perciba al ángel, o que también los que lo acompañan lo perciban. Entonces el ángel pronuncia las palabras de su Señor al oído del profeta, y ésta es la revelación”.
Ibn al Arabi describe muchos encuentros que tuvo con “espíritus corporizados”, los cuales adoptaron ante él multitud de formas manifiestas tanto ante los ojos de su percepción sensorial como ante el “ojo de la imaginación”. Ambas visiones convergen cuando el ser humano es consciente de que tiene ante sí a un ente sutil corporizado, no-humano, no-terrestre. Pero Ibn al Arabi advierte también que no debemos confundir meras fantasías con apariciones-revelaciones del Mundo Imaginal, y también nos pone sobre aviso acerca de entidades sutiles juguetonas, los genios [jinns], que extravían a los buscadores y los confunden. Y añade que la forma sensorial captada por nuestros ojos se mantiene siempre y cuando no desviemos la mirada ni un instante, pues ésa es la forma de retenerlos corporizados... (páginas 149-150 de mi libro Y la vida sigue...).
Hola Ángel
ResponderEliminarQué buen fragmento de tu libro, también magnífico, como el de Perdidos en el Mundo Imaginal, por cierto. Una pregunta que me gustaría hacerte, al hilo de lo que expones aquí:
¿Cómo explicarías, por ejemplo, las señales o presagios que tienen lugar, por ejemplo, en los círculos de trigo?
Un abrazo
José
!Hola Ángel¡,
ResponderEliminarHermoso texto. Deberías ver "Constantine" con Keanu Reeves, y también te interesarían las enseñanzas de Diótima a Sócrates en "El Banquete":
http://vitruvioyelcine.blogspot.com/2010/09/dios-es-mujer.html
Un abrazo, Christian
José Antonio: Ya sabes que Jung tuvo el valor de publicar un libro sobre el simbolismo arquetípico de las visiones de OVNIS, pues consideraba que se hallaba ante un mito moderno. Algo así he hecho con la serie televisiva "Perdidos-Lost". En cuanto a lo que me preguntas, bien merece un pequeño post en este mismo blog a corto plazo pues ¡¡¡son tan mandálicos esos círculos en campos de cereales!!! Y por cierto, hace muchos años escribí una serie de artículos junguianos sobre algo que tiene que ver con las visiones ufológicas y marianas y del sol en movimiento.... Lo iré buscando y lo paso a este blog o en Soriaymas... Un abrazo y gracias por el comentario.
ResponderEliminarÁngel, gracias a ti. Sí, eso tuve oportunidad de comprobar al leer tu libro, algo que, de modo sincronístico, coincide con el libro que he escrito interpretando la película Avatar. Desde luego, que ese tema requiere una entrada. Yo mismo lo insinué cuando hablaba del mito que está rondando en algunas páginas web sobre la vida en el interior de la Tierra.
ResponderEliminarUn abrazo
José
Christian: Lo mejor que he leído respecto al Amor es lo que dice Ibn al Arabi al respecto en sus "Iluminaciones de La Meca", en un capítulo que ha sido publicado como libro: "Tratado del Amor", en Edaf (algunos párrafos los recoge también Corbin en su libro sobre Ibn al Arabi)... Salud.
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