sábado, 27 de noviembre de 2010

Imaginación Activa Creadora en Jung -7-


PÁRRAFO 749


“Tome el inconsciente en una de sus formas más a mano, diga una fantasía espontánea, un sueño, un estado de ánimo irracional, un afecto, o algo parecido, y opere con él. Ponga atención especial, concéntrese sobre ello y observe objetivamente sus modificaciones. No ahorre ningún esfuerzo para consagrarse a esta tarea, siga las transformaciones subsecuentes de las fantasías espontáneas atenta y cuidadosamente. Sobre todo, no deje que ningún elemento externo entre en la operación, ya que la imagen-fantasía tiene "todo lo que necesita". De esta manera, uno se asegura de no interferir por capricho consciente y dejar las manos libres al inconsciente. En resumen, la operación alquímica nos parece el equivalente del proceso psicológico de imaginación activa”.


PÁRRAFO 752

“Acontece que el hombre moderno no puede siquiera lograr la "unio mentalis" que le poosibilitaría realizar el segundo grado de la coniunctio. La guía del analista puede, sin duda, darle la intuición precisa para entender las afirmaciones provenientes de su inconsciente, mas cuando se llega a la cuestión de la experiencia real, el analista no puede ya serle de auxilio alguno pues tiene que ser él mismo quien ponga manos a la obra. Se haya entonces en la situación del aprendiz alquimista que se instruye junto a un maestro aprendiendo de éste todas las habilidades manuales del laboratorio. Pero llega un momento en que necesita ponerse él mismo a la obra, pues como resaltan los autores, ningún otro puede ejecutar esto en su lugar. Así que al igual que este aprendiz, el hombre moderno comienza con una prima materia indecorosa que se ofrece a él de una manera inesperada -una fantasía despreciable que, como la piedra rechazada por los constructores, es arrojada a la calle, "in via eiecta", y es "tan vil" que los que pasan ni siquiera la miran. Él la observará día tras día y notará sus transformaciones hasta que sus ojos se abran o, como decían los alquimistas, hasta que los "ojos de pez", o chispas aparezcan en la solución oscura. Pues los ojos de pez permanecen constantemente abiertos y deben por ello ver siempre, razón por la cual los alquimistas recurrieron a ellos como un símbolo de atención sin desmayo”.


PÁRRAFO 753

“La luz que gradualmente amanece en él no es otra cosa que la comprensión de que su fantasía es un proceso psíquico real que le está ocurriendo personalmente a él. Aunque, en cierto modo, él lo ve desde fuera, imparcialmente, también es una figura que actúa y sufre en el drama de la psique. Tal reconocimiento es completamente necesario, y establece un avance importante puesto que mientras se limite a observar las escenas, sin más, es como el simplón de Parsifal, que se olvidó de hacer la pregunta vital porque no era consciente de su propia participación en la acción. Sucede entonces que el flujo de las imágenes cesa, entonces es como si no hubiera pasado nada, aunque el proceso se repita mil veces. Pero si él reconoce su propia implicación debe entrar en el proceso con sus reacciones personales, como si fuera una de las figuras del fantaseo, o más bien, como si el drama que está desarrollándose ante sus ojos fuera real (es un hecho psíquico que esta fantasía está ocurriendo, y en tanto que entidades psíquicas, es tan real como él mismo). Si esta decisiva operación no es llevada a cabo todos los caminos son abandonados al flujo de imágenes, y nosotros mismos permanecemos iguales pues, como dice Dorn, "nunca harás al Uno a menos que tú mismo te hagas Uno". Es, sin embargo, posible que si tenemos una fantasía dramática entremos en el interior de este mundo de imágenes como una personalidad ficticia, e impidamos por ello una participación efectiva; esto puede incluso dañar la consciencia porque nos volvemos víctimas de nuestras propias fantasías, y sucumbimos a los poderes del inconsciente, cuyos peligros son bien conocidos de los analistas. Pero si te pones en el drama como realmente eres, no sólo se gana en realidad, sino que también creas, por tu crítica de las fantasías, un contrapeso eficaz a las tendencias que se te escapan de las manos. Porque lo que está pasando ahora es una aproximación firme al inconsciente. Aquí es donde la unio mentalis comienza a hacerse real. Lo que estamos creando ahora es el comienzo de la individuación, cuya meta inmediata es la experiencia y la producción del símbolo de totalidad”.

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