viernes, 15 de marzo de 2013
Cinesofía: videoarte de Bill Viola inspirado en Ibn Arabí
“El Ser es un océano sin orilla. Mirándolo no encuentra principio ni fin, ni en este mundo ni en el siguiente”. Este escrito del místico andalusí Ibn Arabi (1165-1240) sirvió de impulso e inspiración a Bill Viola para su proyecto "El océano sin orilla", que presentó en la Bienal de Venecia de 2007 y del que emanó la serie Transfiguraciones, conformada por “Encarnación” (2008), “The Arrangement” (2007), o “Tres mujeres” (2008). Esta última obra, "Tres Mujeres", la ha presentado en Murcia su autor el 8 de marzo con motivo de los Premios Ibn Arabi (IBAFF/MIAS-Latina), concretamente por otorgársele el Premio Barzaj 2013 (a la creación inspirada en Ibn Arabil), enmarcado en el II Simposio Internacional Ibn Arabí de Murcia y de la IV Edición del IBAFF de Murcia.
Bill Viola en su serie "Transfiguraciones" ha intentado plasmar el proceso a través del cual la sustancia y la esencia de un ser cambian de forma, "en una transformación que surge del interior a partir de una revelación o de una abrumadora sensación de claridad", dándose así un cruce -a través del barzaj de un telón de agua transparente que aporta luz al ser trasvasado- desde "el Más Allá" de las formas sutiles grisaceas al mundo sensorio-corporal-cromático.
Bill Viola, su obra (nota de prensa IBAFF/MIAS Latina)
Bill Viola, (Nueva York, 1951) es reconocido internacionalmente como uno de los principales artistas actuales de vanguardia. Su papel ha sido decisivo en el establecimiento del vídeo como una forma de arte contemporáneo, y al mismo tiempo ha ayudado a expandir enormemente el vídeoarte en cuanto a tecnología, contenido y alcance histórico. Durante 40 años ha creado vídeocintas, instalaciones arquitectónicas de vídeo, instalaciones sonoras, espectáculos de música electrónica, piezas de vídeo para pantalla plana, y trabajos para su difusión televisiva.
Las vídeo-instalaciones de Viola - entornos completos que envuelven al espectador en imagen y sonido - emplean la más avanzada tecnología y se distinguen por su precisión y su directa sencillez. Son expuestas en museos y galerías de todo el mundo y pueden encontrarse en múltiples colecciones. Sus vídeocintas de un solo canal han sido ampliamente difundidas, mientras que sus obras escritas se han publicado extensamente y han sido traducidas para el público internacional.
Viola usa el vídeo para explorar el fenómeno de la percepción sensorial como avenida hacia el conocimiento de uno mismo. Su trabajo se interesa por las experiencias humanas - nacimiento, muerte, el desenvolvimiento de la consciencia - y tiene raíces tanto en el arte occidental como en el oriental, así como en sus tradiciones espirituales, incluyendo el sufismo (con especial referencia a Rumi e Ibn Arabi), el zen o el misticismo cristiano. Usando el lenguaje interior de los pensamientos subjetivos y la memoria colectiva, sus vídeos se comunican con una audiencia amplia, permitiendo que el espectador experimente el trabajo directamente, y de su propia manera personal.
Algunas de sus frases
- Ibn Arabi es la conexión vital que define nuestro mundo imaginal que nos recuerda la condición fundamental expresada por la cámara oscura y su predecesor original, la imagen intensa sobre la superficie de la retina humana”.
- "La religión y el arte son parecidos, ambos se ocupan de la esencia del ser humano. Mientras que las instituciones monoteístas tienen problemas para entablar un diálogo, los artistas pueden servir para unir las civilizaciones".
- "El Corán enuncia que «Dios ha inscrito belleza en todas las cosas», haciendo referencia a una cualidad escondida, presente en todos los elementos. El mundo contemporáneo reduce la belleza al aspecto exterior, pero a mí me interesa su unión con el concepto de Verdad, tema tratado en la Antigüedad y muy recurrente en las discusiones filosóficas renacentistas".
- "La naturaleza también me atrae en un sentido espiritual: pretendo ahondar en las leyes intrínsecas del cosmos, en su dimensión trascendente, para entender mejor el hábitat del ser humano".
Bill Viola según Ana Crespo
En la segunda ponencia del II Simposio Internacional Ibn Arabí de Murcia, la Doctora en Bellas Artes y artista multidisciplinar Ana Crespo, dedicó varios minutos a interpretar la obra de Bill Viola a partir del sufismo, especialmente el akbariano. He aquí algunas de sus apreciaciones...
- "La obra de Viola es “develadora” y “reveladora”. Develadora en cuanto induce un viaje interior, en distintos planos de conciencia, develando y despojando a las formas, en este caso a los movimientos, de su apariencia externa, y reveladora en cuanto que el tratamiento paradójico del tiempo y el espacio invita a sumergirnos en un estado contemplativo, en una suerte de silencio del corazón"
- "La cuidada lentitud con la que los personajes se mueven en las obras de Viola, ese tiempo “lento”, induce un distanciamiento de la temporalidad física cuantificable. La temporalidad en la que vivimos inmersos y que asumimos como verdadera, es puesta en tela de juicio. A través de las obras de Viola, se produce una pausa en ese tiempo físico que nos permite descubrir y sentir un tiempo interno. Cómo Alicia, en el texto de Lewis Carroll, cuando ella duerme vela la apariencia racional y explícita de las cosas, y al velarla, devela lo que contiene, es decir devela entonces la otra cara del espejo: el país de las “Maravillas”. Los tiempos exageradamente lentos de las obras de Viola nos permiten penetrar en una intratemporalidad, en un itsmo o 'barzaj' más allá del plano evidente".
- "Viola paradójicamente, a través de la ralentización del tiempo, nos induce a experimentar un tiempo y espacio interno dilatado y, a pesar de las muestras de dolor de las figuras, en mi opinión, el suave discurrir de la cámara induce la sensación de un tiempo pleno de belleza, placentero y gozoso. Un tiempo fuera del tiempo. Sentimos una pausa interna".
- "Mediante el uso de esa lenta y minuciosa temporalidad, la obra de Viola induce una a experiencia contemplativa, conocimiento por degustación, que en el sufismo se denomina saboreo (dhoq), regusto intimo, y que se simboliza como el paladeo del vino. En ese tiempo cuidadosamente lento de la imagen, la cámara casi acaricia las formas descubriendo la dilatación del instante, trasmitiendo un gozo sereno y pausado. La cualidad de sumergirse en el instante lleva a la percepción de un silencio profundo, las imágenes en cámara lenta del artista nos producen un distanciamiento y una extinción del tiempo cuantititativo. Acallando los sentidos externos se induce un silencio interno, lo que Ibn Arabí denomina silencio del corazón".
- "Este silencio tiene que ver con otro tema recurrente en Viola, la oscuridad. Cuando se acallan los sonidos y cuando, con la llegada de la noche las formas se disuelven, y el día llega a su fin, al difuminar la mirada de lo aparente, se penetra en la Negrura del no saber, más allá de los velos de los Atributos".
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Hace años que sigo la trayectoria de Bill Viola. Agradezco la presente entrada. Estos días se exive en la Universitat de Barcelona "The Return", de este interesante videoartista con motivo de una exposición sobre arte contemporáneo. Entre las conferencias programadas tuve ocasión hace unos días de asistir al interesante diálogo entre Rafael Argullol y Lourdes Cirlot sobre esa obra de Viola. Aquí quedó registrado:
ResponderEliminarhttp://www.ub.edu/ubtv/ubtv_veurereg.cgi?G_CODI=03223&G_USCODI=1625&G_LLISTA=FIRSTEN
Muy recomendable